Amamos la milanga y hay tres hechos que lo confirman: tenemos una ruta turística especial en su nombre, un creativo vocabulario para ordenarla (¿qué sangui va queré?) y un festival que la homenajea a pleno. Ayer concluyó la segunda edición de la Fiesta Nacional del Sánguche de Milanesa, un evento dedicado a este plato emblema de la gastronomía tucumana.
Luego de cuatro días de festejos, la propuesta finalizó ayer en la Sociedad Rural con una competencia en la cual se eligió a la mejor sanguchería del año. La competencia contó con representantes de cada departamento de Tucumán, como Lules, Graneros, La Cocha, Río Chico, Burruyacú, Trancas, Cruz Alta y Tafí Viejo.
“Cada sanguchería debió elaborar en el momento tres sánguches y presentarlos ante un jurado de 12 personas. Luego ellos evaluaron el sabor, la presentación, la calidad de los ingredientes y otros elementos para elegir a los finalistas”, indicó el conductor y organizador Diego “Mocho” Viruel.
Después de 28 porciones de chegusan (y bajarlas con varios vasos de Mirinda para sobrevivir), los estómagos del jurado condujeron a un ganador: Jesús Sebastián Cebe, dueño de Galia Bar. Ubicado en Alberdi, el local se inauguró en marzo para atender a los deportistas que asistían a jugar paddle en un club propio.
“Recibir este reconocimiento nos genera una gran emoción como equipo porque entre todos la venimos luchando hace rato. Desde chico me dedico a la cocina y vengo de una familia de gastronómicos así que elegir esta vocación pasa un poco por la sangre”, comentó feliz el “Pollo Galia”.
Galia bar se encuentra en el barrio Loteo Elias y está abierto al público de lunes a lunes, desde las 19.30 hasta la 1. Por ahora, el espacio se maneja con delivery, pero a futuro también incluirá un salón con mesas. “Una parte del premio de $ 300.000 vamos a dividirla entre todos y el resto va a ser invertido para que el emprendimiento siga creciendo”, agregó.
El premio de bronce con un voucher de $ 100.000 se lo llevó Pepe (Yerba Buena) y el de plata con $ 200.000 La 4103 (Tafí Viejo).
Hitos
Además del desafío para elegir al nuevo representante de nuestra tucumanidad, la fiesta contó con otras competencias que midieron la rapidez de los sangucheros y la resistencia de los visitantes (¿en cuánto tiempo sos capaz de acabar un sánguche completito?).
El sábado una nueva marca se sumó a los récords Guinness locales luego de crear el sánguche de milanesa más largo del mundo; una belleza de 17,32 metros que luego se dividió y repartió -como Dios manda- entre el público.
¿Qué más?
Aunque cueste creerlo, comer no es lo único importante. O más bien, la jornada también incluyó una sección especial para “reírnos con la boca llena”. Entre las actividades lúdicas, los pequeños pudieron disfrutar de un pelotero temático, un sector de juegos y una glitter bar para que esta pasión culinaria brille en la piel.
Para los adultos, la dosis de humor apareció con una pequeña galería con cuadros reversionados en los cuales La Gioconda mejoró su sonrisa gracias a un chegusan (tentación que Leonardo da Vinci no supo brindarle) o el hombre con sombrero de René Magritte cambió las frutas por un platillo más calórico.
En otros sectores, un mercado con 40 emprendimientos (dedicados a la gastronomía, el arte o la producción), una tienda de recuerdos y algunas cabinas para sacarse fotos con personajes pop (por ejemplo, una Barbie sanguchera) completaron la experiencia.